Entrevista con Rosalía Molina. Altolandón

«Empezamos en casa, apartando muebles para poner barricas»

Jaime Nicolau / Fotos: Fernando Murad


Habita en el reino de las tierras altas de La Manchuela. Desde allí ha conseguido a base de mucho esfuerzo situar Alto Landón en el mapa vitivinícola mundial. Hablamos con Rosalía Molina, que ha logrado hacer realidad un sueño a base de tesón y trabajo. Enóloga de formación ha logrado junto a su marido, Manuel Garrote, formar un equipo que se complementa y respeta de manera recíproca. Ella en bodega, él en viñedo. Él manda en la viña hasta que se decide el día de vendimia. En ese momento Rosalía toma las riendas. Y la fórmula funciona… vaya si funciona.

5barricas.- ¿Cómo nace el sueño de Alto Landón?

Rosalía Molina.- Tanto mi marido como yo trabajábamos en el mundo del vino pero para otros proyectos. En el año 1998 decidimos plantar nuestra primera viña, con muy pocas hectáreas, haciendo el vino en lo que era la casa de mis suegros en Landeteapartando literalmente los muebles para meter las barricas. Así estuvimos los cuatro primeros años. En 2006 construimos la bodega y desde entonces hemos ido creciendo tanto en viña como en vinos.

5b.- ¿Y así hasta que llegáis a las 150 hectáreas que manejáis actualmente?

R. M.- En la actualidad son 150 hectáreas en producción. Aquí tenemos una particularidad que es la altitud. Estamos a 1100 metros siendo uno de los viñedos más altos de España. Ese fue uno de los motivos por los que decidimos instalarnos aquí. Eso nos permitió probar con variedades que en otros sitios no son fáciles de cultivar. Por un lado apostamos por las variedades autóctonas y tenemos viñedo viejo de garnacha y de bobal. Pero a la vez apostamos por variedades nada comunes en España como la malbec, cabernet franc junto a otras internacionales como la chardonnay o la syrah.

 

 

5b.- ¿Es el viñedo el alma de Alto Landón?

R. M.- Para nosotros lo más importante es el viñedo. Si no tienes una uva de calidad no hay nada que hacer. Mi marido se encarga de él y de que esté perfecto durante todo el año porque trabajamos todo en preventivo al ser ecológicos. Todos los días mirando al cielo, con los oídos atentos a lo que pasa alrededor… nos compenetramos muy bien. Cada uno tiene su parcela. La de Manolo termina el día que decidimos cuándo vendimiar. Ahí empieza la mía.

5b.- ¿Y desde el primer momento con la bandera de Manchuela?

R. M.- Decidimos formar parte de la DOP Manchuela con la que nacimos a la vez. Es cierto que tenemos características diferentes a la Manchuela albaceteña, pero estamos muy contentos dentro de la DO.

 

 

5b.- Y todo en cultivo ecológico, ¿por qué?

R. M.- Todo es ecológico. Lo tuvimos claro desde el principio. Por la situación y lo que conlleva esa altitud de frío y climatológicamente hablando, nos permitía sin miedo trabajar de manera ecológica. Certificamos todo el viñedo desde el primer momento. Es relativamente fácil por las condiciones de la zona y nuestra filosofía es hacerlo todo lo más natural posible.

5b.- ¿Es un valor añadido ser ecológico en el mercado mundial?

R. M.- Primero apostamos por España, pero pronto empezamos a salir a otros países y te das cuenta de que es un gran valor añadido. Al principio me encontraba en España con una frase del tipo «para ser ecológico no está mal» y eso te dice que en España tenemos un concepto extraño de lo que es ecológico, aunque eso está cambiando afortunadamente. Pero el mundo está muy concienciado y es un valor añadido claramente.

5b.- Siendo mujer, ¿te ha sido más difícil?

R. M.- Como enóloga no, porque la otra mitad del proyecto es mi marido que es la persona que más me ha apoyado desde el principio. Un poco más en la comercialización a la hora de salir fuera, en ciertos momentos porque siempre hay gente con prejuicios todavía. Pero en general ahora mismo me siento respetada.

 

 

5b.- Desgrana la gama actual de Alto Landón.

R. M.- Pues ahora mismo tenemos 20 vinos separados en dos líneas distintas. La línea Alto Landón son 8 vinos, con dos blancos, un chardonnay fermentado en barrica y un moscatel, y 6 tintos en los que hemos ido apostando por el viñedo viejo y las variedades autóctonas. Por ejemplo Rayuelo es un vino muy representativo por ser de bobal de viña vieja. Ese vino nos ha dado muchas alegrías. También Irrepetible que se ha hecho hueco en determinados mercados. Y luego unos monovarietales de segmento algo más alto y Alto Landón, el vino con el que empezamos y que es un coupage de varias variedades. Por último, una garnacha de viñas centenarias. Esta sería la gama Alto Landón. Con el viñedo más joven creamos la saga Mil Historias, con una imagen mucho más atrevida y divertida. Tenemos una amplia oferta para que el cliente tenga dónde elegir.

5b.- De todos ellos, ¿cuál sería el vino de Rosalía?

R. M.- Es una pregunta difícil y depende del momento. Rayuelo es muy especial para nosotros por ser una variedad autóctona. Pero yo me dí mi pequeño capricho con el garnacha de viñas centenarias que me permití ponerle mi nombre. Pero yo creo que depende de la ocasión. Me gusta beber todo tipo de vinos.

5b.- Y esto en qué producción se traduce y en qué mercados estáis representados?

R.M.- Estaremos en unas 250.000 botellas, que es lo que estamos haciendo ahora. Exportamos casi el 90% a todo el mundo: Australia, Japón, China, Brasil, EE.UU., toda Europa. La verdad es que lo tenemos muy repartido.

5b.- ¿Y el resto de la producción en España adónde va, porque España cuesta verdad?

R. M.- Creo que está cambiando la tendencia y la gente va buscando vinos diferentes aunque creo que nuestra cultura es pobre pese a ser uno de los países más importantes en producciónLo hemos hecho demasiado complicado para el público final. Hemos asustado a la gente. Tenemos que hacerlo fácil. El vino tiene que ser accesible. Lo que no tiene sentido es que en cualquier rincón del mundo aprecien nuestros vinos más que en España.

 

 

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